El vÃnculo pedagógico se crea, sostiene y renueva a través del diálogo. Pero ¿De qué diálogo hablamos? No se trata del discurso habitual donde el maestro habla y el alumno escucha porque sabe menos o tiene menos razón, tampoco del intercambio áulico cargado de ruidos y atravesado por múltiples voces que se confunden, ni del mensaje de autoridad del adulto sobre el niño o el joven.
Hablamos del diálogo verdadero uno a uno, donde todo comienza con la escucha atenta de lo que el otro tiene para decir, para mostrar y/o para ser ante nosotros. Nos referimos a un diálogo donde el inicio es responsabilidad del docente que es quien primero se abre y escucha atento a la manifestación de la persona del alumno. Gabriel Marcel habla de disponibilidad refiriéndose a esta capacidad humana que muestra al otro que puede hacerle un lugar en sà mismo, que puede alojarlo y ser un prójimo para él. Alguien "como yo". Dialogar en este sentido es mostrarle al otro que soy como él y que puedo ponerme en su lugar, que puedo comprenderlo en mi humanidad porque es un otro absolutamente importante para mÃ.